El personal bibliotecario deambula ayudando manejar los programas, los aparatos, intercambiando opiniones sobre los servicios presentes o futuros. Kari Lämsä, su director, expuso la semana pasada las líneas de actuación del proyecto en el marco del Encuentro de Bibliotecarios Innovadores (INELI) albergado por la Casa del Lector de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez.
BIBLleerPor ahí van los tiros: las bibliotecas están pasando de ser guardianas del conocimiento a ofrecerse como espacio de aprendizaje, facilitando el acceso a las fuentes de la cultura y la información, enriqueciendo la formación personal, social y laboral de la ciudadanía. Espacios públicos en los que crear, compartir y conectar, haciendo valer el prestigio que la sociedad les ha otorgado.
¿Y las bibliotecas escolares? En este contexto, se presentan como el núcleo perfecto desde el cual organizar aprendizajes interdisciplinares, conectando el centro escolar con su entorno y con el mundo, un laboratorio ciudadano que prepare al alumnado para lidiar eficazmente con la avalancha de información y le ayude a implicarse en procesos cooperativos de gestión del conocimiento. Hay ejemplos de buenas prácticas en marcha y algunas comunidades autónomas han empezado ya a dedicar recursos y energías apoyando el desarrollo de bibliotecas escolares innovadoras.
También se oye hablar de una posible creación del perfil de "Bibliotecario/a Escolar" o de la inclusión de estudios específicos sobre gestión (moderna) de bibliotecas escolares en los programas de formación inicial de maestros y profesores de secundaria. Parece que el tema está de moda: este otoño se celebrará el I Congreso Iberoamericano de Bibliotecas Escolares (CIBES).
Y tú, ¿te lo has pensado? ¿Cómo quieres que sea TU BIBLIOTECA?