Uno de los puntos clave del proyecto de la nueva ley de educación, la LOMCE, es que los itinerarios profesionales se adelantan un año. Es decir, los alumnos a partir de los 15 años podrán decidir si cursan una vía que los orienta hacia la Formación Profesional o hacia el Bachillerato. Una de las motivaciones de este punto de la reforma es mejorar la tasa de abandono temprano de la educación y la formación.