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Desde la Unidad de Atención Temprana de la Universidad de Santiago de Compostela  y el grupo de investigación ESCULCA se organiza la 4ª edición de este congreso CIATEF-2015. Tendrá lugar los días 10, 11 y 12 de septiembre de 2015 en Santiago de Compostela y en el que se darán cita prestigiosos investigadores de todo el mundo del campo de la atención temprana y la intervención de los trastornos en el desarrollo y de la educación en contextos familiares.

Ese desarrollo no es ajeno a las políticas públicas que en Europa han ido conectando los saberes y las expectativas investigadoras en distintos campos disciplinares, con el propósito de diseñar programas y activar cauces de participación acordes con los objetivos del llamado bienestar social. Y pese a la enorme crisis que tantos proyectos frustra, no es momento de desfallecer ni de negar lo mucho que se ha conseguido en las democracias avanzadas durante las últimas décadas. Amparar los derechos de la infancia y reforzar la educación responsable de las familias son hoy condiciones para un desarrollo sostenible, con amplio recorrido y considerable repercusión sobre indicadores de equidad y calidad en las políticas y los servicios a la ciudadanía.

En la actual configuración de los asuntos públicos (y privados), la familia aparece ante los ojos de millones de personas como la instancia sometida a más tensiones y, consiguientemente, protagonizando cambios muy apreciables en la vida individual y en el devenir de las sociedades.

Es cierto que la familia no ha muerto, sino todo lo contrario. Pero es innegable que se ha transformado al compás de los extraordinarios cambios acontecidos en las relaciones humanas, en los escenarios laborales y en la irrupción de una cultura tecnológica que, paradójicamente,  conecta a las personas sin evitar altas dosis de fragmentación en la vida de las comunidades.

Las mutaciones en la concepción de la vida familiar han promovido debates de gran alcance, que han contribuido a situar nuevos desafíos sociales en un tiempo de alta incertidumbre. Y es ahora cuando cobra más sentido volver a afirmar que sin buena atención a la infancia y una mejor atención a las familias será una quimera pensar que lo mejor aún está por llegar.

En efecto, estamos viviendo un cambio de época, del que la familia, y también la escuela, son claros exponentes. Y este Congreso quiere servir de marco privilegiado para definir problemas, apurar buenos diagnósticos y seguir explorando ideas y actuaciones en las que apoyar los mejores augurios.