Los últimos datos del año 2013 revelan que para España el 56% de la población adulta posee estudios de la segunda etapa de Educación Secundaria o estudios superiores. Si bien la evolución ha sido sumamente favorable desde el 2000, todavía persisten diferencias respecto de los valores alcanzados por la OCDE (77%) y UE21 (78%).
La proporción de la población española con estudios inferiores a la segunda etapa de educación secundaria sigue siendo muy superior en relación a la OCDE y la UE21. Los desafíos se centran en formar una fuerza de trabajo altamente cualificada para poder acceder al mercado de trabajo.