Esta falta de instrumentos para predecir el futuro desempeño docente nos llevó a mí junto con mis colegas de la Universidad de Harvard Alejando Ganimian y Andrew Ho a investigar si las clases de práctica clínica permiten, primero, distinguir entre maestros efectivos y no efectivos cuando éstos enseñan en las clases de práctica y, segundo, indagar si las clases de práctica predicen la efectividad docente una vez que los maestros entran al sistema escolar.
Para responder estas preguntas, trabajamos con el proceso de selección e inducción docente de Enseñá por Argentina (ExA), una organización que recluta, capacita y acompaña a jóvenes talentosos, no necesariamente graduados de carreras de pedagogía, para que ejerzan la docencia en escuelas de alta vulnerabilidad durante un periodo de 2 años. El proceso de selección de ExA cuenta de cuatro etapas:
- Postulación por internet, donde los aspirantes completan una serie de cuestionarios en línea
- Centro de evaluación, donde los postulantes son evaluados a través de una discusión grupal, una entrevista, una clase demostración, un ejercicio escrito y una evaluación de pensamiento crítico
- Instituto de verano, donde los postulantes participan en talleres de formación y prácticas clínicas
- Año escolar, donde se desempeñan como maestros en las escuelas
En cada una de estas etapas se utilizan distintos instrumentos, que van desde las rúbricas estructuradas hasta las observaciones de clases y encuestas a alumnos y directores. Metodológicamente, y para poder minimizar sesgos, a cada candidato a la docencia le asignamos aleatoriamente sus observadores de clase y a sus estudiantes de las prácticas clínicas.
¿Qué encontramos? Nuestros hallazgos se pueden resumir de la siguiente manera:
- Los puntajes que los candidatos a docencia obtienen durante el proceso de aplicación (postulación por internet) y selección (centro de evaluación) no predicen diferencias en efectividad docente entre quienes fueron admitidos al programa. Pero dado que estas variables fueron utilizadas para seleccionar a quienes entraron al programa, es posible que hayan servido como filtro para dejar fuera a individuos que hubiesen sido poco efectivos como maestros.
- Las clases de práctica clínica son un instrumento prometedor para predecir la efectividad docente. La práctica clínica predice la efectividad docente aun cuando se tiene en cuenta el puntaje de los maestros en etapas anteriores; es decir, agregan información no capturada previamente. Tienen un alto poder predictivo del desempeño docente en las observaciones de clase y las encuestas a directores. Por último, son más útiles para identificar a maestros que van a tener gran dificultad en el sistema escolar y menos útiles para identificar a maestros que van a tener un gran desempeño.
En conclusión, nuestros resultados sugieren las prácticas clínicas tienen el potencial de constituirse en un instrumento útil para la toma de decisiones sobre la contratación y asignación de nuevos docentes.
Fuente: Blog INEE. Artículo de Mariana Alfonso, Especialista Senior en Educación.