El conocimiento de un segundo idioma no es solo una alternativa o complemento a la formación, sino una exigencia a nivel personal para lograr un desarrollo completo en múltiples campos de la vida. En un amplio estudio realizado por el Departamento de Educación de Connecticut ( 2007) se muestra evidencia concluyente de que el aprendizaje de idiomas mejora la capacidad de comprensión, las habilidades espaciales y memorísticas, la capacidad de resolver problemas y el conocimiento de la estructura y vocabulario del lenguaje nativo de los alumnos.